Nota publicada hoy en el diario Gestión Revisa la versión original aquí.


Nota publicada hoy en el diario Gestión Revisa la versión original aquí.


El reloj del tablero inicia la cuenta atrás y el claxon empieza a sonar. El conductor observa impotente mientras los piratas informáticos dan comienzo al proceso de autodestrucción del vehículo, destrozando el motor y bloqueando las puertas.

No es la escena de una película, sino un escenario analizado por las universidades de California San Diego y Washington. Su estudio sugiere que los coches podrían sufrir un día ataques informáticos que comprometan sus sistemas electrónicos y su seguridad.

Hace tiempo que los coches contienen una enorme cantidad de elementos electrónicos que transmiten datos a redes informáticas. Y conforme los vehículos incorporan acceso a Internet o conexión Bluetooth, existe el riesgo de que puedan sufrir los mismos virus que asolan otros sistemas.

Pero a diferencia de las PC, donde el mayor riesgo reside en la pérdida de datos, un ataque informático contra un coche podría implicar la pérdida de vidas.

“Somos conscientes de que hay que crear cortafuegos en los sistemas. A medida que los vehículos incorporan conexiones Wi-Fi hay más posibilidades de intrusión”, dice Hans Roth, director de Marketing Tecnológico de Harman, proveedor de sistemas entretenimiento.

Medidas de protección

La seguridad es primordial para la industria porque, si se descubren vulnerabilidades o fallos, la retirada de vehículos puede ser muy cara. Los fabricantes han identificado varias formas de proteger los vehículos de los hackers. Una consiste en mantener unidades de control para la seguridad como los frenos ABS y los mandos de control del motor en redes diferentes de las de entretenimiento.

En segundo lugar, los fabricantes de coches controlan cada vez más el software y los datos que permiten entrar en el vehículo. Cuando el conductor de un Mercedes-Benz solicita datos de Internet, estos se procesan a través de un servidor externo de Daimler .

En tercer lugar, los fabricantes han empezado a investigar las posibles vulnerabilidades. El año pasado, Bosch adquirió Escrypt, una firma especializada en sistemas de seguridad para la industria automovilística. Daimler cuenta con un equipo dedicado exclusivamente a la seguridad informática de los vehículos y también encarga estudios externos para comprobar las vulnerabilidades.

Los Datos

Producción. Un 50% de la producción de los coches del mañana estará destinado a los sistemas electrónicos. 
Procesadores. El número de procesadores que gobernarán el vehículo ascenderá a 80.
Conexiones. El cableado de los sistemas electrónicos en los autos del futuro tendrá una longitud de 3.2 km.
Información. El número promedio de redes informáticas en cada vehículo ascenderá a ocho. 
Apps. Fabricantes ofrecen aplicaciones como Touch de Toyota, Sync de Ford y Unconnect de Chrysler.