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Lo que deteriora nuestra libertad de prensa
IALaw
Área de Derecho Constitucional

Última actualización: 23 - 11 - 2023

De acuerdo con el Índice Chapultepec 2023, presentado durante la última asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la libertad de expresión y de prensa se encuentra en retroceso en el Perú. En su última medición, hemos descendido hasta el 12.º entre 22 países, desde el 8.º puesto en el 2020. Esto ha significado que pasemos de la franja “baja restricción” a “en restricción”. Y aunque este panorama de afectación contra la libertad de expresión es común a toda América Latina, no debería ser esto un consuelo sino una alarma mayor para nosotros.

Aún cuando la prensa, al brindarle información a la ciudadanía, tiene el efecto de protegerla del poder de turno, configurándose así como un pilar para una democracia fortalecida, quienes forman parte del poder de turno perciben que ésta busca minar su estabilidad al informar actos, hechos y situaciones que ellos no quieren que se conozcan. Estos pueden incluir desde casos de corrupción hasta mecanismos de favorecimiento de familiares, allegados y cercanos.

Esto ha motivado diversos embates contra la libertad de prensa en los últimos años. Por un lado, los diversos intentos de incrementar las sanciones (si no era crearlas ex profeso) a su ejercicio de la libertad de prensa. Está también la continua utilización de instrumentos legales para intentar acallar las investigaciones por vías administrativas o judiciales. Desde malas utilizaciones de las acciones de habeas data a interpretaciones cuestionables a la Ley de Datos Personales, hasta el impedimento de acceso a la información pública que deriva en procesos ante el Tribunal de Transparencia cuyos resultados, lejos de ser aceptados por estas mismas entidades, son recibidos con acciones legales para continuar intentando impedir el libre acceso a la información.

A ello se suman aquellas lamentables acciones desde el poder -sea local, regional o nacional- que, si bien no son propias del campo legal, buscan influir en diversos medios periodísticos con la posibilidad de contratar con el Estado, o con sanciones que podrían considerarse antojadizas.

Aún cuando la prensa, al brindarle información a la ciudadanía, tiene el efecto de protegerla del poder de turno, configurándose así como un pilar para una democracia fortalecida, quienes forman parte del poder de turno perciben que ésta busca minar su estabilidad al informar actos, hechos y situaciones que ellos no quieren que se conozcan.

Pero otros sistemas de poder, en especial el económico, también sienten a la prensa como contraria, y podemos verlo claramente en sus diversas acciones contra ella. Esto evidencia su falta de entendimiento de cómo la transparencia que aporta la libertad de expresión también es crucial para una economía sana y moderna, más aún en estos tiempos digitales.

Estas acciones desde el poder impactan en la ciudadanía, alterando su percepción del ejercicio de la libertad de expresión, desde entenderlo como elemento primordial para la democracia hacia verlo como una acción en contra de algo (y dependiendo el cristal con que se mire, este “algo” puede tomar diferentes formas). De esta manera, se traducen en acciones de amedrentamiento, agresiones físicas y también en redes contra la prensa, los periodistas y por añadidura contra todo quien exprese sus ideas en diversas plataformas, sean periodistas o no.

Frente a este escenario, es menester incidir en la profunda relevancia de la libertad de expresión en nuestra democracia: No sólo es un derecho humano fundamental para expresar nuestras ideas y conocer las ideas de otros, sino que nos permite ayudar a fortalecer el ejercicio de otros derechos. La libertad de expresión es un elemento sustancial que ha encontrado en los tiempos digitales la posibilidad de ser ejercido por todos los ciudadanos, y esto compromete a la prensa con una obligación aún mayor de convertirse en curadores de información para la transparencia pública y para ayudar a la toma de decisión social.

Finalmente, esto conlleva una responsabilidad clave por parte del Consejo de la Prensa Peruana, de tomar lo expresado por la SIP, analizarlo, interiorizarlo y convertirlo en instrumentos que sigan fortaleciendo la libertad de expresión y de prensa, su diversidad de posiciones (que dicha libertad de expresión precisamente permite), y sea así una luz en esta oscuridad que se cierne sobre toda la sociedad peruana y de la que este Índice nuevamente nos alerta.

Erick Iriarte Ahon
Socio Principal
IALaw

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