Artículo escrito por Sebástian Siseles, publicado hoy en la revista Semana Económica.
Artículo escrito por Sebástian Siseles, publicado hoy en la revista Semana Económica.
Hasta hace menos de cinco años hablar de teletrabajo o e-work resultaba, para muchos, hacer referencia a un tema 'futurista'. Sin embargo, en la actualidad, hay un incremento de las personas que laboran bajo esta modalidad en todo el mundo. Una muestra de ello es que en un estudio que la revista Scientific American realizó sobre la empresa de inteligencia económica IDC se afirma que para el 2015 el 37.2% de los empleados en todo el mundo se sumaría a la tendencia del trabajo desde casa; actualmente son cerca del 20%. Aunque es complicado hallar estadística sobre el tema, se sabe que según un estudio de Cepal, que data del 2005, los países que-llevan la delantera en Europa son Finlandia, Holanda, Suecia y Dinamarca, con números sobre el 20% de su población ocupada mediante el teletrabajo.
Derribar los prejuicios
A pesar de las crecientes cifras, los prejuicios no han desaparecido. Los gerentes decían que era poco probable de aplicar en muchas tareas, que exigía cubrir el costo de implementar las casas con dispositivos tecnológicos, además de carecer de medios para ejercer un control. Por otra parte, algunos afirmaban que el teletrabajo ocupaba horarios fuera de los habituales haciendo perder vinculas sociales y laborales, y que era una labor exclusiva de programadores de computación o diseñadores gráficos. La realidad actual echa por tierra muchos de estos prejuicios, pues hoy una serie de profesionales puede trabajar de manera remota, como los vendedores, periodistas, administrativos, contadores, abogados, marketeros, entre otros. Esto se prueba con el fuerte aumento de empresas que permiten a sus empleados desempeñar sus tareas al menos uno o dos días a la semana desde sus casas o bien tener horarios más flexibles. Por ejemplo, entre el 2007 y el 2012 el porcentaje de empresas estadounidenses que permiten a sus empleados trabajar de forma flexible, incluso desde el hogar, aumentó de 48%a 53%,según la Sociedad para la Gestión de los Recursos Humanos (SHRM).Entre el 2007 y el2012, el porcentaje de empresas estadounidenses que permiten a sus empleados trabajar de forma flexible, incluso desde el hogar, aumentó de 48% a 53%, según la SHRM. Para enfrentar un eventual aislamiento del teletrabajador o incapacidad de realizar un seguimiento efectivo, existen herramientas gratuitas y de bajísimo costo -gracias a la tendencia del doud computing- que permiten interactuar y comunicarse con sus colegas o supervisores en tiempo real, desde cualquier lugar y dispositivo (sistemas de chat, videoconferencias o acceso a documentos archivados en la nube).
La felicidad de la flexibilidad
Respecto de los horarios, el e-work supone mucha flexibilidad, ya que ahorra al menos dos o más horas de traslados hacia la oficina o salidas a almorzar. Así, el profesional puede planificar mejor sus tareas y mientras a las 8 de la mañana el resto de los profesionales se transporta en horas punta a sus centros de labores, aquél se encuentra online, relajado para empezar una nueva jornada.
También tienen la opción de organizarse para ir de compras o realizar trámites personales. Todo depende del momento y de las necesidades propias y de su empleador, así como de los objetivos planteados. La comunicación se torna así en la mejor aliada de la planificación, por lo que existe tanto un beneficio personal como para la organización en que se desempeña.
Se reduce el estrés y se logra una mayor identidad o cercanía con la empresa que le otorga facilidades de trabajo. No en vano hoy más personas y empresas se suman a esta nueva realidad. En Estados Unidos, una encuesta a gerentes de empresas Fortune 500 augura que en los próximos años los teletrabajadores seguirán aumentando fuertemente. La razón: el 61%de esos tomadores de decisiones de esas compañías cree que esta modalidad hace a los trabajadores más productivos. En definitiva el teletrabajo está rompiendo los prejuicios de antaño y se ha convertido para las firmas en sinónimo de ahorro de costos y mayor productividad de sus empleados, mientras que para éstos se convierte en una oportunidad de mejorar su calidad de vida. Al mismo tiempo, el e-work ha dejado de ser incertidumbre para quienes trabajan en forma independiente, ya que los medios electrónicos permiten cada día mejorar aún más sus ingresos, pues desarrollan tareas para organizaciones incluso de otros países, para lo que tienen como mejores aliadas a las nuevas tecnologías.